El mundo de las comunicaciones en general, y de las telecomunicaciones en particular, ha avanzado en estos últimos lustros a una velocidad de vértigo y con una profundidad nunca anteriormente conocida. En estos tiempos ha aparecido, por ejemplo, la posibilidad de utilizar un número de teléfono virtual y eso es lo que desde fijo virtual podemos proveerle.
Durante muchos años, la numeración telefónica se estructuraba de una forma muy sencilla y no existía otra. Durante muchos años, según donde se vivía, se tenía asignado un prefijo telefónico y un número asignado por la operadora.
Esta realidad era inamovible y si, por ejemplo, una persona se trasladaba de hogar o lo que fuere debía darse de baja ese número de teléfono y donde se iba a vivir se debía de dar de alta otro número telefónico que correspondiese a esa zona, y así -con ese volver a empezar- cada vez que uno se trasladaba. En la actualidad, eso ya para nada es así y existen muchas opciones, entre ellas del número teléfono virtual.
Ese esquema tan cerrado de numeración tuvo su fin con los avances tecnológicos, y sobre todo con la digitalización de las redes. Ello abrió un abanico de opciones (como por ejemplo la movilidad geográfica de los números o la interoperabilidad del mismo número, aunque se cambie de operador), pero no ha sido hasta la aparición de poseer un número virtual, hasta la posibilidad de poder tener un número de teléfono virtual (o muchos) que las posibilidades se han expandido enormemente.
Actualmente, los prefijos telefónicos internacionales y regionales siguen existiendo, lo que sucede es que ya no es necesario estar en ese lugar para recibir las llamadas en ese número de teléfono.
En el mundo actual, gracias a la posibilidad de dar de alta un número teléfono virtual, se puede tener la posibilidad de estar viviendo en cualquier lugar del mundo, por ejemplo, en París y tener un número de teléfono que esté asociado a cualquier otro lugar del mundo, por ejemplo, en Nueva York.
Eso también sucede dentro de los ámbitos nacionales y, por ejemplo se puede estar situado en Madrid y tener números virtuales de Sevilla, Zaragoza o de cualquier otro lugar del mismo país o en el extranjero. Sin duda, un abanico de posibilidades importante que bien merece la pena aprovechar.
Gracias a la disposición de un número de teléfono virtual local quien nos llame siempre estará llamando a un número de teléfono que le resulta cercano y ello le aportará dos grandes ventajas: por un lado, existirá esa sensación de atención local que se mencionaba y por otro lado existirá un factor económico muy importante ya que estemos físicamente donde estemos, ese cliente que nos llama desde un número local para él siempre pagará la llamada como una llamada local y, entendiendo que en la mayoría de planes telefónicos existentes actualmente las llamadas locales siempre suelen estar incluidas, llamar le resultará gratuito pues su importe ya estará incluido en su paquete de servicio contratado con el operador que tenga.
Otra de las grandes ventajas se encuentra en el coste, o mejor dicho, en el ahorro que disponer de un número de teléfono virtual supone para una empresa. Años atrás, si se tenía una oficina en una determinada localidad pero se quería atender a la gente que llamaba con un número telefónico de otra localidad del mismo país o de otro país se debía tener un teléfono físico en ese lugar y una persona que atendiese en ese lugar.
Más tarde llegó la opción del desvío de llamada, pero era complejo. Hoy en día es todo es mucho más fácil y muy económico con la posibilidad de tener todos los números virtuales telefónicos que aquí se menciona.